España ha decidido militarizar la lucha contra el COVID-19, frente a alternativas civiles mucho más eficientes y baratas. El ejército ya ha pasado la factura: 400 millones de € a sumar al astronómico presupuesto de 2020.
Con estos 400 M € se podría:
- Pagar el sueldo de 45.000 médicas durante la pandemia.
- Comprar 16.000 respiradores.
- Hacer el test de COVID-19 a 27 millones de personas.
Además, aprovechando el lavado de cara que ha supuesto la masiva presencia de militares en los medios de comunicación, el Ministerio de Defensa se ha lanzado a la compra de 345 vehículos blindados por otros 2.100 millones de euros, suficiente para pagar el sueldo de todas las médicas de Atención Primaria de España durante un año.
Mientras tanto, los principales bancos españoles financian este gran negocio de la guerra, tan rentable para algunos, que mata a personas y asfixia nuestra economía.
Ina Robles, coautor de Faros en las Tinieblas, denuncia desde hace años la industria armamentista en el estado español, que recibe decenas de miles de millones de dinero público y suministra armamento a países que lo utilizan para masacrar a la población civil.
Aquí puedes ver el documental protagonizado por él y dirigido por Joseba Sanz, La guerra empieza aquí / Gerra Hemen Hasten Da.