Cuando uno se acerca al conflicto saharaui por primera vez, cuando comienza a conocer el padecimiento de este pueblo, suele quedarse sorprendido por el desconocimiento que existe respecto de una lucha que lleva inalterable desde hace más de 40 años. Cuesta creer que las flagrantes injusticias respecto de los derechos de toda una nación, y los terribles atropellos que imperan, saltándose muchas de las sentencias de los tribunales internacionales, no hayan salido a la luz. Cuando le explicas a la gente que Marruecos construyó uno de los muros más largos del mundo, que lo rodeó con el mayor campo de minas que existe en la actualidad, en seguida te preguntan cómo puede ser que todo eso no ocupe las portadas de los periódicos.
Cuando le explicas a la gente que Marruecos construyó uno de los muros más largos del mundo, que lo rodeó con el mayor campo de minas que existe en la actualidad, en seguida te preguntan cómo puede ser que todo eso no ocupe las portadas de los periódicos.
En el libro Pedro plantea esta cuestión de una manera clara y directa:
*> Pero es que hablo con familiares, amigos y conocidos y descubro similares carencias y simplificaciones en la idea que poseen y manejan del tema saharaui… ¿Todavía están así?, ¿Eso no se solucionó ya hace tiempo?, ¿Pero qué es lo que quieren los saharauis?... Son interpelaciones recibidas de personas bien formadas y, en otros asuntos, bien informadas.
Quizás no debería de sorprenderme; tres razones explican estos casos:
1.- El conflicto del Sáhara lleva demasiados años, si no sepultado, al menos silenciado, suspendido en el tiempo y detenido.
2.- Como consecuencia, el problema no aparece en los medios de comunicación desde hace décadas y sus perfiles se han ido desdibujando.
3.- La evolución egocéntrica de nuestra sociedad nos ha colocado en actitud de desinterés por lo que no nos afecta directamente.*
Todavía estás a tiempo de ayudar a que el libro salga a la luz, de colaborar a su publicación y de formar parte de este gran proyecto.
ⓒ Fotos: Contaminando sonrisas